DOLORES DE 10 A 10
de Coco Fusco
Lima // Sala Luis Miroquesada Garland
Municipalidad de Miraflores
Exposición: 12 de Agosto al 4 de Septiembre
En el verano de 1998 en un viaje de investigación en Tijuana México, Coco Fusco conoció a una mujer llamada Delfina Rodríguez. Una mujer que trabajaba como maquiladora y que había sido acusada por su empleador de querer empezar un sindicato en la planta. Para obligarla a renunciar su empleador decide encerrarla por 12 horas en un cuarto sin comida, ni agua o baño, y sin acceso a ninguna línea telefónica. Ella firmó bajo presión una carta de renuncia y una vez liberada denunció a su empleador por violación a los derechos civiles. El empleador afirmó ante el juez que ella estaba loca, que nada de eso había pasado y que no tenía ninguna prueba. Sus compañeros de trabajo tuvieron miedo de declarar a su favor. Convencida de que seguramente existieron cámaras de seguridad grabando todo lo sucedido, Coco Fusco reproduce en Dolores de 10 a 10 lo que las cámaras vieron ese día.